Conocimos a Yamila hace 5 años: en situación de calle, sin empleo, y replicando en la relación con sus dos hijas la violencia aprendida en su infancia.
En el Hogar 26 de Julio, donde asistió a uno de nuestros talleres, vimos su fuerte anhelo de cambio.
Con tres counsellors y un psicólogo de la Fundación, trabajamos en su sistema familiar y la acompañamos a conseguir y adaptarse a un trabajo formal y una vivienda, una habitación de hotel.
Ahora, a sus 28 años, empezó la secundaria, porque quiere ser el ejemplo de un futuro mejor para sus hijas, de 6 y 7 años.
Por su esfuerzo y voluntad de hierro, es una gran referente y ejemplo para sus compañeros del Programa Caminante, adonde asiste cada semana junto a personas en situación de calle y egresados de penales.