HISTORIA
Un resumen de los veintidós años de Volviendo a Casa.
"Esta naturaleza interna [la tendencia humana a la autorrealización] no es fuerte, dominante e inequívoca como el instinto lo es en los animales. Es débil, delicada, sutil y fácilmente derrotada por los hábitos, presiones sociales y las actitudes erróneas a su respecto. Aun cuando es débil, raramente desaparece en las personas (...) Aun cuando se la niegue, perdura calladamente presionando de continuo por salir a la luz".
Abraham Maslow
Psicólogo
Timeline
Inicios
Daniel Langdon comienza a brindar asistencia espiritual a personas privadas de libertad como parte de la Pastoral Penitenciaria.
Se constituye la Fundación
Daniel Langdon, Mabel Carrera, Roberto Grumelli, Silvia Azarloza y Liliana Aróstegui fundan Volviendo a Casa en 1996. En 1997 obtienen la personería como Asociación Civil. Desde los comienzos, la motivación fue asistir a un sector desprotegido y olvidado por la sociedad en general: personas en alto riesgo de vulnerabilidad social, en especial aquellos que estén pasando o hayan pasado por contextos de encierro.
Grupos en penales
Volviendo a Casa comienza a trabajar con grupos propios en la Unidad Penal 19 Ezeiza del Servicio Penitenciario Federal, cárcel de mínima seguridad con internos próximos al egreso, de los que participaban unas 50 personas por semana. También en la Unidad Penal 31 del Servicio Penitenciario Bonaerense en Florencio Varela, donde se asistió semanalmente a 60 internos en distintos pabellones, durante 4 años.
Internos con enfermedades infecciosas
Comenzamos a actuar en la Unidad Penal Nº 21 (SPF), donde se encuentran los enfermos cuya patología supera los tratamientos que pueden recibir en los hospitales que se encuentran en cada Unidad. Un promedio de 30 presos/as alojados recibían capacitación en valores y contención de Volviendo a Casa, que buscaba nutrir lo emocional y espiritual y reforzar los vínculos familiares debilitados por consecuencia del HIV/SIDA y la situación de cárcel.
Con el tiempo, muchos de los internos, luego de obtener su libertad, se incorporan al Programa Caminante.
Primer Grupo de Desarrollo Personal
El primer grupo de lo que conformará el Programa Caminante se abre en la Parroquia N. S. de Guadalupe (Palermo, CABA). Con una asistencia semanal grupal de entre 15 a 20 personas con antecedentes penales, se trabajaba con oración y meditación sobre textos de espiritualidad de todas las religiones, ejercicios de respiración y armonización con cuencos tibetanos, como parte de la metodología para abordar la dimensión emocional y espiritual de los asistidos. El grupo era inicialmente facilitado junto a voluntarios de la Pastoral Penitenciaria,
En el 2010, se comenzó a trabajar también en la Parroquia Santa Lucía, también en Palermo, los sábados por la mañana, del que aún participan unos 40 varones y mujeres.
Padres adoptivos de fin de semana
FVC asume un nuevo desafío, en la Unidad Penal 31 SPF de Ezeiza, donde 100 de las 250 internas* conviven con sus hijos de hasta 4 años de edad. Muchos de ellos nacieron dentro de los muros de la cárcel y casi no conocían el “afuera”. Familias voluntarias recibían en su hogar a niños que salían del penal (con autorización de sus madres, aval judicial y supervisión de la SENAF), que así podían experimentar un fin de semana en la ciudad, con otro tipo de contención. El programa duró una década y fue altamente exitoso.
Algunos de estos niños, hoy mayores de cuatro y egresados del penal, cuentan con el apoyo sostenido de Volviendo a Casa.
Hogares y Paradores
La Fundación firmó un convenio anual con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, para dar contención psicológica y espiritual en Centros de Inclusión, Hogares y Paradores de la Ciudad. Cerca de 80 personas entre familias, varones adultos y mamás con niños reciben a counselors de la Fundación en cinco dependencias sociales, gracias a un convenio se fue renovando cada año hasta el presente.
Terapia ocupacional
El Programa Caminante agrega un día por semana para tratar temas específicos: adicciones y terapia ocupacional.
Situación de calle
A partir de un momento y gracias al boca a boca entre los participantes, comenzaron a llegar a los Grupos de Liberados personas que decían haber estado privados de la libertad, pero no era cierto. Descubrimos que eran personas en una situación de vulnerabilidad social muy alta, principalmente sin techo, que querían participar de los grupos. Gracias a eso y luego de un proceso, la Fundación decide abrirse a trabajar con personas en situación de calle. El Programa Caminante se enriqueció mucho por esto, y hoy recibe de manera conjunta a personas que están o estuvieron en situación de calle y/o en unidades penales.
Se amplía la acción en cárceles
Desde 2014, en el Complejo IV SPF (Ezeiza), con la población general, en el CRD (Centro de rehabilitación de drogodependientes) y en el sector de jóvenes adultas. Y, desde 2017, en el Complejo I del SPF (Ezeiza-Pcia Bs As).
Formación de líderes
Comienza un programa de capacitación para beneficiarios, para que quienes participan de nuestros programas hace tiempo sean capaces de ser líderes de nuevos grupos de desarrollo personal.
“Aquí nos encuentra hoy la realidad, recorriendo el camino con alegrías y tristezas, apoyándonos unos a otros con un hilo conductor formidable que nos hermana: el respeto y la comprensión. Volviendo a Casa para mí significa Volviendo a Uno Mismo, y eso me hace sentir muy bien“.
– Edgardo
